domingo, 12 de octubre de 2008

Sin título II

Ya viene y yo no existo. Tanta agonía para llegar al olvido. Ese es el problema de crear un camino sin preocuparse del final, del abismo que permanece quieto, esperando alguna gloriosa caída. Nunca esperé caer. Nunca pensé caer. ¿Pensaste lo mismo? En algún momento, quizás, cuando salía el sol por las mañanas y las estrellas brillaban sin cesar. Ahora no es igual. Se ha obscurecido todo y el brillante firmamento se ha ido. Me dejaste deshojando margaritas sin piedad, pasando indiferente, sin inmutarte en preguntar. No esperé que terminara así, como un consorcio ilícito que pretende esfumarse para no regresar jamás. Un acuerdo no arreglado que permanecerá para siempre. Una solución impermeable a nuevos intentos o nuevas salidas. Una solución que no soluciona nada. Así seguirá hasta que todo pase, hasta que las aguas se calmen, aunque la tormenta persista. Me dijiste que fuera egoísta, pero no me sirve de nada. No siento que tengo que ser fuerte, ni mucho menos pensar en mí misma. No me importa si el mundo se para un instante tan sólo para ver cómo caigo lentamente en ese abismo interminable. Entre más pasa el tiempo, espero con mayor entusiasmo que llegue al suelo, desplomarme de una vez por todas. Terminar con esta incertidumbre que carcome mis entrañas y mi mente y que no me deja mirar hacia delante, por seguir con esta inmunda conciencia y esta indecorosa petición. ¿Dónde quedó mi orgullo? Ahora me doy cuenta que ni yo misma me conozco del todo. No me conozco y no me conoces, en eso sí estamos de acuerdo. Mis pensamientos y sueños me despiertan por las noches sin lugar a reclamo, no me dejan tranquila. Tú eres parte de ellos, estás en la misma categoría. Todos se equivocan, pero pocos lo enmiendan. Yo quiero remediar lo ocurrido, pero este contrato se firma de a dos. Y parece que aquí la única con disposición de hacerlo soy yo. La misma ilusa de siempre.

1 comentario:

Andrea Llinás Vahos dijo...

Son las circunstancias en la vida en las cuales decides si detenerte o avanzar. Por más confuso que sea el poema o más intrincada la maraña de tus pensamientos, hagas lo que hagas, siempre que lo hagas con el corazón, está correcto.
me gusta ese post
abrazo my monkey :)