El vértigo de tu ausencia me tiene agotada.
El hueco hondo y oscuro de tu indiferencia me dificulta el café de las mañanas.
Mira cómo nos ha crecido el pelo.
El tiempo pasa y aprieta. Me desorbita los ojos.
Se me acaban las fuerzas para dejar de quererte.
Así a cualquiera se le revuelven las tripas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario