lunes, 26 de marzo de 2018

Toc Toc

El aire la movía en una danza interminable. Un vaivén. Solo iba bailando sin ritmo. A veces se quedaba quieta, otras veces la abría un viento fortíssimo. Al final siempre se detenía, perfectamente en el medio, con movimientos casi imperceptibles. Era como si tuviese vida propia. De hecho, la tenía. Se la ganó.
Alguna vez la miré y pensé que había que ponerle algo que la cierre, de una vez por todas. Y cuando estuve a punto de hacerlo, me daba miedo. Se abría un poquito y mi respiración se detenía esperando oír algo. Por última vez, aunque sea. Me temblaban las manos y daba un paso hacia atrás, arrepentida de haber pensado en ponerle fin al movimiento. Qué injusto. A ese ruido tanto armónico como angustiante. A dejar de ver lo que estaba del otro lado.
Hubo muchas veces que fueron la última. Puse el pié para que deje de bailar. Para que deje de señalarme, porque así es mejor. Y de pronto la tranquilidad del silencio también se convirtió en música. Y sentí que del otro lado también disfrutaban de esa canción. Y quitamos los pies al mismo tiempo. Y nos dedicamos a ver el movimiento. Esta coreografía que tanto disfrutábamos que no nos llevaba a ninguna parte. 
No quise mirar, sólo metí los dedos, luego la mano y comencé a acercar mis ojos. Todavía no sabía si me atrevería, pero mis manos se sentían tan bien. Estaban bailando la coreografía del silencio y yo quería ver quién estaba marcando el tempo. Moderato comencé a tomar la decisión. Andante, que quizás estás tomando la decisión incorrecta. Presto, antes que te arrepientas, tus manos sienten el pulso del allegro y no tienes nada que perder. Golpéala. Ábrela. Allegro prestissimo con fuoco, mientras empujaba con todas mis fuerzas.
Y miré.
Rallentando. No había nadie. La música había dejado de sonar, el intérprete había corrido a piacere. Yo tenía tanto que cantar. Entré forte y comencé a retroceder piano, pianíssimo. Morendo terminé en el lugar en el que comencé, mientras la veía cerrarse. 


Y siguió bailando en silencio. Perfectamente en el medio.

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