jueves, 22 de mayo de 2008

Esperando

Magenta el color de tus ojos. En magenta pienso cuando pienso en mirarte. Magenta el dolor que me causas, cuando creo que todo está mejorando, cuando encuentro, o creo encontrarle, algún beneficio a todo este asunto.

En magenta me hundo cuando me decepcionas. Magenta las lágrimas que brotan de mis ojos, resbalándose por mis mejillas hasta caer en el magenta del olvido. Olvido, donde pertenezco, donde siempre pertenecí.

Magenta me pones cuando estás pensativo. ¿Piensas en mí o acaso en alguien más? Magentas las dudas que siempre provocas, magenta se exhalta, de un magenta sin fin.

Magentas son los días que me esperan en el futuro. Quizás dos, quizás cuatro o de repente algo más. Todo hasta que llegue mi príncipe azul, que rete al magenta a un duelo de a dos. El magenta estará débil, ya no querrá pelear más. Por fin, de una vez por todas, se desplazará el magenta y reinará el azul por siempre y para siempre. No más magenta, nunca más.

Y ahora a esperar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también estoy en esa espera, pero creo que en el camino hay mil cosas que aprender y mientras menos lo pensemos vendrá algo bonito :}


así es siempre.
hola joaqui :)

Anónimo dijo...

creo que todos convivimos con magentas...y con principes...

Anónimo dijo...

En mi vida, tu magenta es un color negro. No tengo esperanza de llegar a algo y solo espero. Alguien en mi colegio una vez me dijo que yo no necesitaba amor y por eso tenía suerte. Error. Todos buscamos ser amados aún inconcientemente y yo me he dado cuenta de eso muy tarde. Ahora solo espero un nuevo amanecer que se lleve este sol gris que "alumbra" mis días.