miércoles, 6 de febrero de 2008

14/06/07

Está Joaquina sentada en una sala escuchando hablar a Tere y una música extraña de pajaritos y otras cosas. Definitivamente ese no es su género musical. Tiene sueño y está cansada. Realmente le gustaría no estar ahí, sino durmiendo, como lo hace todas las tardes después del colegio.

Ahora está escuchando una canción como las anteriores, pero la diferencia es que esta tiene guitarra. Eso hace que se acerque un poco más a su género musical. Extraña mucho su guitarra. Son momentos como este, melancólicos y aburridos, en los que Joaquina suele tocar la guitarra y escribir una canción. Una de las tantas que luego guardará en su cajón, hasta que se pongan amarillas y se desintegren. Siempre en el mismo lugar, esperando ser cantadas algún día., cosa que no va a pasar.

Joaquina no sabe cantar, por lo menos eso es lo que ella cree. Cuando canta alguna de sus canciones, lo hace bien, afinadas y muy dulces, pero esas canciones y esa voz son solo para ella, y para nadie más, por lo menos por ahora.

Quizas su voz no es buena. De repente sus canciones y su guitarra tampoco son buenas, pero eso no importa cuando ella agarra su guitarra mientras se siente triste o feliz y saca su voz y las notas. En ese momento todo cambia. La voz se hace linda, la cancion dulce, la guitarra afinada.

Y sigue Joaquina sentada en la sala de ladrillos con muebles marrones, un cuaderno y la musica de pajaritos. Acaba de llenar una hoja donde le hacian describirse. Joaquina odia describirse. La dinámica era describirse a si misma para un chico, que le habia mandado un mail interesado en ella, cosa que termino por deprimirla. Termina de escribir el “mail” con la siguiente frase: “No me gustas, odio conocer gente por internet y voy a ser monja. Chau.”.

Pobre “Pepe”, pero eso es lo que Joaquina de veras siente. ¿Cómo alguien va a querer “algo más” con ella? Debe ser porque no me ha visto en persona, piensa. Lo cual es muy probable. Joaquina no se concidera para nada atractiva. Puede contar sus salidas con una sola mano , pero es no es algo que le preocupe mucho en este momento. De repente en algun momento podrá sentirse sola y añorar esa compañía, pero por ahora no lo considera indispensable.

Lo que le preocupa, aunque no lo crea ni ella misma, es el futuro y, fundamentalmente, si se va a casar algún dia. Raro, muy raro, pero no sabe si alguian la aguantaría para el resto de su vida. De verdad le preocupa. Cuando ella lea esto siendo adulta, va a tener una de las siguientes reacciones: se morirá de risa, porque esta casada y con hijos, o quizás llorara un rato. Uno nunca sabe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Pobre "Pepe"? A los joses, les dicen pepe. Yo soy un jose. ¿Coincidencia? No lo creo. Respóndeme el mail,¡Yo si te quiero!