martes, 5 de febrero de 2008

Carta a Sofía

Claro, existe gente que nació para ser un “ratón de biblioteca”. Creo que ese término encaja perfectamente con mi personalidad, quizás un poco tímida, un poco introvertida. Los libros, para mi, son algo espectacular, hasta llegar al punto de no poder dormir sin leer antes.

A pesar de la gente que dice que no es cierto, que me ve tan abierta, tan sociable, tan divertida, lo de afuera solo aparenta. La mayoría de gente que encaja en esa descripción, es muy diferente a lo que parece ser. En el fondo, a obscuras, se guardan todo lo que no quieren que la gente capte. Se guardan esa debilidad que tanto les molesta, se guardan resentimientos, se guardan tristezas y, lo peor, se comen palabras. Por eso también les gusta escribir, cosa que se les hace más fácil por la lectura que tanto anhelan. Esa chispa que pretenden tener es un sarcasmo entero. No es congruente con lo que llevan dentro de ellos mismos, con su verdadero yo, ese que se refugia en sus libros antes de dormir.

En cambio, hay gente que vive, que vive bien. No me refiero a lo material, por el contrario, me refiero a las situaciones y a su reacción ante ellas. No importa lo que les pase, si se tropiezan, se levantan ipso facto. La mejor parte es que no solo se paran muy campantes, sino que también lo hacen con una sonrisa y luego, simplemente, siguen caminando. Lo más increíble de todo, es que pueden mostrar sus sentimientos sin el menor fastidio, no se guardan las cosas, no se comen palabras. Todo esta claro, porque te lo dicen directamente, porque no dejan nada a medias, porque cuando se proponen a lograr algo, simplemente lo logran, cueste lo que cueste.

Irónico, no? Como dos tipos de personas tan diferentes pueden llegar a vivir en el mismo universo, en el mismo país, hasta en la misma calle y, aún así, complementarse. ¿Como así Sofía Canelo y Joaquina Maldonado pueden ser tan distintas y tan iguales al mismo tiempo? Fácil. Lo que no tiene una, lo tiene la otra. Lo que una lee, descubre, investiga, se lo cuenta a la otra. Y la otra hace lo mismo cuando explora, cuando siente, cuando ríe, cuando cae. Es así sucesivamente, siempre en forma reciproca. Siempre ganan, nunca pierden. Porque cuando a una le pasa algo malo, la otra lo siente tanto como ella, y entre las dos se ayudan a retomar el paso.

Por eso es que Sofía es tan importante para Joaquina, es como su ejemplo. Quiere ser como ella y tener esa personalidad tan increíble y entusiasta que la caracteriza. La quiere tanto, que esta dispuesta a dejar de hablarle toda la semana para que este concentrada, aunque le haga demasiada falta. La quiere para siempre y tal y como es, no le cambiaria ni un pelo (olvídate, ni hablemos de las extensiones). Si pudiera retribuirle un poco de la alegría que ella le otorga, seria excelente, se sentiría útil, pero no sabe como hacerlo. Lo único que sabe es escribir. Joaquina espera que con esta carta que le prometió, Sofía se de cuenta de cuan importante es para ella que este a su lado.

Eres mi estrella, Sofía.

Joaquina

1 comentario:

Anónimo dijo...

Linda carta a la amistad, es un cuadro pintado con palabras usando los colores del amor.